Con Snapchat nos pasó como con Twitter: al principio te lo descargabas con ilusión, no lo entendías y dejabas de usarlo. Pero veías, gracias a tus contactos y a los medios de comunicación, que esa app tenía algo especial y volvías a bajártela. Una vez que comprendías sus mecanismos, se volvía una de las apps…

Leer más →