Nadie duda de que la publicidad ha evolucionado durante la era digital. Especialmente cuando hablamos de los llamados influencers o nuevos líderes de opinión. ¿Podrán sustituir a las conocidas celebrities? o incluso, ¿al periodismo tradicional?

La figura del influencer nació años atrás como una necesidad del público que demandaba opiniones más sinceras de personas con las que se sintiera identificado. Actualmente, los influencers están rifados por las marcas que han encontrado en ellos una gran filón al que llegar a su público objetivo. Con millones de seguidores, se han convertido en la cara visible de estas marcas.

Este ascenso de los influencers, ha hecho plantearse si realmente estamos ante una evolución permanente de la publicidad o estamos ante una situación cíclica que de nuevo volverá a sus orígenes.

Por un lado, parece que los influencers realmente han llegado para quedarse. No tenemos más que ver las redes sociales para darnos cuenta de qué figuras son elegidas para promocionar determinadas marcas y quiénes son los que acuden a los eventos más importantes de cada temporada.

Por otro lado, asistimos a un posible problema de sobresaturación por parte del cliente, que de nuevo se enfrenta a otra celebritie a la que pagan por alabar cierta marca o producto, tal y como hacía la publicidad tradicional. Esto elimina el factor humano y de espontaneidad, por lo que es posible que esto acabe de forma progresiva con el fenómeno influencer. Añadir además, mala percepción por parte del público que ve a los influencers con las mismas manías que las grandes estrellas de Hollywood.

Mención aparte merecen los microinfluencers, líderes de opinión con un número importante de seguidores pero sin llegar a las cifras del influencer estándar, es decir, son tomados como una figura más real y realista. Algunas marcas han comenzado a optar por este tipo de figuras con el objetivo de llegar a diferentes ramas de público.

¿El público se llegará a saturar de los influencers?, ¿las marcas seguirán contando con ellos?