El valor de un producto o servicio es el que está dispuesto a pagar el cliente. Da igual lo que diga el fabricante, es indiferente el precio que fije la marca: al final el que decide es el consumidor. Hay cosas cuyo precio nos escandaliza… pero si tienen ese precio es por algo. El objetivo del fabricante es vender su producto al precio más alto posible siempre y cuando pueda pagarlo su público objetivo. Uno de estos productos fetiche, cuyo auge se ha hecho patente durante los últimos años, son las camisetas de equipos de fútbol. ¿Pagarías más de ochenta euros por una de ellas? Incluso si fuera de tu equipo favorito y te encantara el diseño, ¿lo harías? Mucha gente responderá que no, pero otros tantos dirán que sí. ¿Por qué hay tanta gente dispuesta a pagar esa cantidad de dinero por una simple prenda?
No se trata del valor real del producto, sino de lo que representa. El fútbol es hoy no tanto un deporte, sino un negocio para unos pocos y una religión para la mayoría. Lejos quedan y los tiempos en los que el principal ingreso de los clubes eran las entradas a los estadios. Hoy, gran parte de los beneficios vienen del marketing y la venta de productos oficiales, división en la que las camisetas representan un papel estrella.
Echa un vistazo a lo que hizo el Real Madrid para presentar sus camisetas Adidas para la temporada 2014-2015:
Y con las selecciones nacionales pasa igual que con los clubs de fútbol. Adidas volvió a organizar un gran evento para presentar la actual camiseta de la selección española:
Pero estas cosas no solo pasan con Adidas. Warrior retransmitió por streaming en YouTube la presentación de la segunda equipación del Liverpool para la temporada 2014-2015.
La mejor manera de llegar a tus clientes no es través del cerebro, sino del corazón. Y si no que se lo pregunten a Nike, que ideó este fabuloso packaging simulando una bolsa de sangre… ¡Porque la pasión por tu club favorito se lleva en las venas!
Foto: a_marga (CC Flickr).