Entendiendo el Lobbying

El mundo de las relaciones públicas incluye muchas áreas de acción, entre las que se encuentran: comunicación interna, relaciones con los inversores, relaciones con la comunidad…, existe un ámbito poco explotado en nuestro país, el Lobbying. Quizás está menos explotado por la mala percepción que se tiene de dicha actividad, ya que el clima en nuestro país invita a pensar mal, muy mal. Pero en la realidad se trata de una actividad que en los países economicamente más dinámicos consideran necesaria. Entonces ¿Se puede lograr que se integre esta actividad en nuestro país como se ha hecho en Estados Unidos o en Reino Unido? Hoy en Grupo Ingenia hablaremos de los factores que provocan una percepción diferente de dicha actividad.

Lobby

El término surge en estados Unidos en el siglo XIX, tras la continua presión a los políticos en el «lobby» o descansillo del hotel por parte de las empresas, de ahí el nombre. Se consideraba una actividad poco necesaria y muy mal vista, hasta nuestros días, en los que es entendida como una actividad que proporciona a los ciudadanos un arma de presión como es el caso de William Hull (considerado el primer cabildero de la historia), que ejerció presión para que el Estado pagará a los veteranos de la guerra pensiones más altas. Se puede definir como: El trabajo del RR.PP. político o lobbying que trata de influir en las acciones del gobierno,es decir, tratan de convencer a los políticos sobre aquellas acciones que hacen en sus campañas para ganar las elecciones

Entender el Lobby

Wilcox, hace una reflexión sobre el por qué de la actividad del lobby, establece que las administraciones publicas emplean a los especialistas en RR.PP. para promocionar sus servicios, transmitir informaciones de sus éxitos o sus crisis, gestionar las situaciones de crisis, implementar las campañas relacionadas con asuntos sociales, ayudar en el desarrollo de políticas, planes y acciones, y en EEUU, también a orquestar las recaudaciones de fondos (fundraising).

Esta actividad de presionar en favor de los intereses sirve para equilibrar las acciones de los cuerpos gubernamentales, locales, nacionales y autonómicos o federales, que influyen en el entorno económico y social de corporaciones y de organizaciones sin ánimo de lucro. Estas funciones suelen consistir en la recopilación, análisis y difusión de información, en línea con el interés de cada organización en particular. Lo que quiere decir es que el lobby permite rellenar vacíos de información que se dan a la hora de elaborar o ejecutar una reforma, ley o decreto.

 

 El Lobby en el extranjero

La diferencia más importante, y por la que existen diferentes percepciones de la actividad lobbista, es que en países como Canadá, Estados Unidos o Reino Unido existe una legislación en materia de regulación del lobbying. Esta regulación se basa en la transparencia que se debe llevar a cabo por parte de los profesionales del lobbying y de los políticos. Es considerada una actividad de necesaria para el desarrollo de la sociedad, ya que un gobierno no puede saber todo de todos los temas, y el tomar ciertas medidas sin tener toda la información puede acarrear consecuencias negativas.

En nuestro país, la Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales es la encargada de regular el lobby, creando un foro empresarial, trabajando para lograr una regularización de la actividad y mejorar la imagen en la sociedad. Quizás si llegan a buen puerto sus acciones se podría estar hablando dentro de unos años del lobby español como una profesión que busca un bienestar empresarial y social. El gobierno de Estados Unidos puede que sea tanto el primer recolector de información del mundo, como el primer difusor de la misma. Las agencias federales se gastan, cada año, varios cientos de millones de dólares en anuncios de servicio público, fundamentalmente para promover el reclutamiento militar, los servicios gubernamentales de salud y el Servicio de Correos de Estados Unidos. Por lo que el lobby no solamente sirve para hacer presión a los legisladores, sino que es de gran utilidad a la hora de promocionar servicios públicos. Para que nos hagamos una idea de la relevancia del lobby en Estados Unidos, traemos un gráfico que muestra que el 79% de los congresistas han sido posteriormente lobbistas. La segunda imagen nos muestra el gasto en lobbying es mucho mayor que lo que pagan de impuestos.

Congreso Estados Unidos

lobby usa

Tipos del lobby

  1. Lobbismo directo e indirectoEl lobbismo directo es el ejercido directamente ante los poderes públicos, sin actuar a través de la opinión pública o de los partidos políticos. Se basa en la participación directa en los procesos de decisión pública, en las acciones de lobbismo indirecto, aunque se dirigen al decisor público como destinatario último, el público objetivo de los mensajes es ajeno al decisor (medios de comunicación, bases populares, otros grupos de influencia…). A través del lobbismo indirecto se pretende crear un estado de opinión (un entorno social) favorable a los intereses reivindicados para reforzar la influencia sobre los poderes públicos.
  2. Lobbismo do base y lobbismo de altura: El lobbismo de base reside en la movilización de la opinión pública (grassroots significa bases populares), mediante peticiones, correos electrónicos, tuits, cartas o llamadas del pueblo a los decisor es políticos, bajo la apariencia de espontaneidad. Mientras que en el de altura la idea no es influenciar a través de las bases (los ciudadanos), sino concentrar la acción de lobbismo sobre un grupo de individuos u organizaciones (los think tanks, por ejemplo) muy influyentes sobre el tema objeto de la decisión.
  3.  Lobbismo corporativo y lobbismo grupalEl lobbismo corporativo es promovido por una gran compañía, nacional o multinacional, a título individual. En cambio, en el lobbismo grupal, federativo o confederativo, se defienden los intereses de una asociación, de una federación o de una confederación empresarial de un mismo sector de actividad.
  4.  Lobbismo parlamentario y lobbismo administrativoComo hemos indicado para algunos, el lobbismo parlamentario es el lobbismo propiamente dicho, mientras que el lobbismo administrativo engloba las relaciones públicas gubernamentales. En función del público de la estrategia, nos encontramos con el lobbismo parlamentario, cuyo ejercicio se practica ante el poder legislativo, y el lobbismo administrativo o gubernamental, en cuyo caso, la estrategia se dirige al poder ejecutivo.

 

Riesgos

Como toda actividad, existen riesgos de malas prácticas, las más significativas son el trafico de influencias y el soborno. La ley Ethics in Government Act prohíbe a los empleados públicos ejercer lobbying activo ante sus antiguas agencias hasta un año después de haber dejado su puesto. Los críticos afirman, sin embargo, que esta ley tiene poco, o ningún, efecto. A diferencia del personal de las agencias, los miembros del Congreso pueden ejercer de lobbistas inmediatamente, tras dejar el cargo. Los ejemplos de personas «persiguiendo» contactos hacen que la prensa y el público tengan la sensación, incómoda, de que la venta de influencias está vivita y coleando en la sede legislativa de la nación. Esta práctica también da crédito al dicho «No es lo que conoces, sino a quién conoces». Es quizás por esto por lo que no se da integrado del todo esta actividad en nuestro país, aunque hoy por hoy, existe un avance en materia de legislación, quién sabe a que nos llevará.

Tras indagar un poco más sobre esta materia ¿Creéis que es una actividad positiva para nuestro país o solo aumentarían los casos de soborno y tráfico de influencias?

Publicado el 11 mayo, 2015 en Productividad

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