¡Ya llegó la jornada intensiva! Ese momento que llevas esperando todo el año para no HACER NADA durante las tardes está aquí. Sin embargo, y pese a lo que mucha gente cree, no hacer absolutamente nada puede ser tan perjudicial como hacer demasiadas cosas. Obviamente el aburrimiento es necesario en nuestras vidas alguna vez, pero eso no significa que sea bueno que desperdiciemos las valiosas tardes de verano. Te proponemos algunas actividades para que este verano no sea en balde y vuelvas a la agencia en septiembre con tu creatividad intacta:
- Pide a algún conocido que te deje un libro que le haya gustado. Deberá ser de un autor que nunca hayas leído, y si es de un género que no controlas, mejor. Léelo despacio, degustando cada línea…
- Dale una oportunidad a la música que no te gusta: no nos referimos a música de baja calidad (por su puesto tú tienes un gusto exquisito) sino a ese grupo que te recomendaron hace años unos amigos, que no es muy conocido pero que puede sorprenderte.
- No pares de ver exposiciones: cuanto más raras, mejor. A lo largo del año es difícil ir a museos cuando tienes un horario en el que sabes cuándo entras pero no cuando sales, así que estos días de jornada intensiva es bueno que aproveches ese tiempo. Es una inversión que te permitirá conocer nuevas perspectivas y ver la vida de diferente manera.
- Empieza a tomarte en serio los videojuegos: no decimos que te vuelvas youtuber y empieces a hacer gameplays, sino que te familiarices con este tipo de historias. Los videojuegos se desarrollan sobre un tipo de narrativa a la que cada vez está más acostumbrada la gente.
- Empieza a escribir para ti: te encanta leer, te pasas la vida escribiendo cosas para otros pero nunca te decides a dar el paso. Una buena manera de pasar estas tardes de verano es escribir para ti, ya sea en tu blog, en la web de unos amigos o por qué no, empezando ese borrador de la novela que tanto tiempo lleva dándote vueltas en la cabeza.
- Aprende un idioma: es el momento ideal para empezar a poner los cimientos de tu comprensión de una lengua extranjera. Dominarla será mucho más que poder expresarse en otro idioma; te permitirá tener otra visión del mundo y compartirla con personas de otras culturas.
No olvides que, en cierto sentido, el cerebro es como un músculo: debes ejercitarlo regularmente para que no se atrofie 😉
Foto: Richard Walker (CC Flickr).
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