Anglicismos en el mundo del marketing. ¿Si o no?

Vivimos rodeados de anglicismos por todos lados, en la publicidad, en nuestros dispositivos electrónicos, en nuestras conversaciones habituales… Son palabras que se han vuelto tan cotidianas y regulares en nuestro día a día que han pasado a formar parte de nuestro vocabulario.

Inmersos en un mundo globalizado donde el inglés se ha convertido en la lengua internacional por excelencia, los anglicismos han llegado para quedarse. En el mundo de la publicidad se utilizan una gran cantidad de tecnicismos, muchos de ellos provienen del inglés y no tienen equivalente en español, pero muchas otras veces aún teniendo equivalente se sigue optando por utilizar el inglés.

Se abusa tanto de los anglicismos que llega a ser difícil comprender el mensaje publicitario. Se utilizan mucho debido a que dan un aire “más sofisticado” o “más elitista” sin pensar muchas veces en que el público receptor no llega a comprender el mensaje.

Ahora no vamos a correr, vamos a hacer running. No vamos a ejercitarnos al gimnasio, sino que vamos a hacer un workout al gym. No nos echamos una autofoto sino que nos hacemos un selfie.

La Real Academia Española (RAE) tiene una guerra abierta contra los anglicismos puesto que la finalidad es preservar nuestro idioma y dar un uso correcto. Sobre todo ya que en la mayoría de las ocasiones existen conceptos que tienen equivalentes claros en nuestra lengua.

Hace dos años, se hizo muy viral la campaña que realizó la RAE en colaboración con la Academia de Publicidad se intentaba ridiculizar el uso excesivo y desmedido de los anglicismos en la publicidad. Se crearon dos campañas: un anuncio de gafas de sol con “blind effect”, con ellas no se veía nada.

El segundo anuncio era un perfume para mujer bautizado como «Swine» pero que olía a cerdo.

¿Tú estás a favor o en contra del uso de anglicismos en la publicidad?

Publicado el 16 agosto, 2017 en Creatividad, Marketing, Publicidad online, Redes Sociales

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